Amos Garcia Obituary

Amos García
5 de diciembre de 1965 – 6 de julio de 2025
Con el corazón lleno de dolor pero elevado por los recuerdos más preciados, anunciamos el fallecimiento de nuestro amado esposo, padre, abuelo, hijo, hermano y amigo, Amos García, quien partió de esta vida el 6 de julio de 2025 en Fort Worth, Texas, a los 59 años de edad.
Nació el 5 de diciembre de 1965 en el pueblo de Tarímbaro, Michoacán, México, como una bendición para sus devotos padres, Constantino García-Lemus y Minerva De La Rosa-García. Desde sus primeros días, Amos encarnó el verdadero espíritu de la perseverancia-arraigado profundamente en su fe, moldeado por los sacrificios de su familia y fortalecido por un deseo inquebrantable de construir una vida llena de propósito, integridad y amor.
En la década de 1970, la familia García tomó la valiente decisión de mudarse a Sabinas, Coahuila, donde se ganaban la vida con un humilde puesto de frutas. Fue durante estos años formativos, rodeado por el aroma de la fruta madura y el calor de su familia, que Amos desarrolló una ética de trabajo y una resiliencia que definirían su vida. Eventualmente, la familia se estableció en Piedras Negras, donde el destino le presentó a una joven hermosa llamada Ruth Pecina. Su historia de amor comenzó en 1985, y solo un año después, el 12 de abril de 1986, Amos y Ruth se unieron ante Dios y sus familias para caminar juntos por la vida. No tardaron en recibir a su primera hija, Gabriela, iniciando un legado de amor que continuaría creciendo.
Impulsado por los sueños de un futuro más brillante, Amos buscó establecerse en Estados Unidos, guiado no por ambición personal, sino por un profundo e inquebrantable deseo de brindar a su esposa e hija una vida de oportunidades y seguridad. Su dedicación era absoluta: día tras día cruzaba entre Eagle Pass, Texas, y Piedras Negras, vendiendo juguetes para salir adelante. Hasta que un día hizo la llamada que lo cambiaría todo: "Prepara todo," le dijo a Ruth, "es hora de mudarnos a Eagle Pass."
En 1990, la familia celebró la llegada de su segunda hija, Ruth Azeneth, y Amos continuó trabajando con una devoción inquebrantable a su joven familia. Cuando en 1995 perdió su trabajo, no se rindió. Con la valiosa ayuda de su cuñada Audelia y su esposo Warren Eason, Amos trasladó una vez más a su familia-esta vez a Fort Worth, Texas-donde se abrió un nuevo capítulo. Allí descubrió su pasión y talento por la soldadura, iniciando una carrera que no solo le trajo satisfacción, sino que reflejaba la precisión y el esmero con los que abordaba la vida.
Amos abrazó a Estados Unidos no solo como su hogar, sino como un lugar donde sus sueños podían florecer. Se convirtió en ciudadano estadounidense con orgullo y, fiel a su naturaleza generosa, ayudó también a sus propios padres a obtener la residencia. En 1998, él y Ruth dieron la bienvenida a su tercer hijo, Amos Jr., completando así su amorosa familia.
La vida, sin embargo, no estuvo exenta de dificultades. En 2010, Amos fue diagnosticado con enfermedad renal en etapa terminal-una prueba que desafiaría incluso al espíritu más fuerte. Pero Amos enfrentó cada reto con valentía y gracia, negándose a permitir que la enfermedad definiera sus días. Inició tratamientos de diálisis, se mantuvo ferozmente independiente, y en 2017 recibió su primer trasplante de riñón. Cuando ese órgano finalmente falló, Amos retomó la diálisis con la misma serenidad, hasta que en agosto de 2022 recibió un segundo trasplante-uno que se mantuvo firme y fiel hasta el final.
Hombre de profunda fe cristiana, Amos entregó su corazón al Señor y fue bautizado en 1994 en Eagle Pass. Fue un miembro fiel y comprometido de la iglesia Palabra de Amor Pentecostal en Fort Worth, donde su espíritu encontraba consuelo y su alma se nutría. Su amor por la lectura era profundo-especialmente por libros de devoción cristiana y teorías de conspiración intrigantes. Su biblioteca personal queda como testimonio de la curiosidad de su mente y la profundidad de sus creencias.
Aunque a menudo expresaba un leve pesar por no haber terminado su carrera de ingeniería, Amos nunca dejó de aprender. Estudió inglés en Tarrant County Community College y obtuvo certificaciones en soldadura, HVAC y reparaciones generales. Fue un verdadero artesano, siempre dispuesto a perfeccionar sus habilidades y a ofrecer sus talentos a los demás.
Cuando no trabajaba o estudiaba, Amos encontraba gran alegría en los placeres simples y significativos de la vida. Amaba pescar, nadar y estar cerca del agua-lugares donde su espíritu se sentía libre. Disfrutaba de las mañanas en tiendas de segunda mano y mercados de pulgas, buscando pequeños tesoros con un brillo en los ojos. Tenía comidas favoritas que le brindaban consuelo y felicidad: el menudo de su tía Audelia, el pay de piña de la tía Mimi, los panqueques de Cracker Barrel, el café de Azeneth, y el helado de mantequilla con nuez de Braum's. Le encantaban los paseos por el vecindario con su querido perrito Rick, y tenía un lugar especial en su corazón para todas las mascotas de la familia-Chulo, su favorito, junto con Lulu, Pixel, Proxy, y el fiel Rick.
Por encima de todo, Amos García fue un hombre de devoción inquebrantable. Amó a su familia con una profundidad imposible de medir-silenciosa, constante, sacrificada. Vivió no para sí mismo, sino para aquellos que más amaba: su esposa Ruth, sus hijas Gabriela y Ruth, su hijo Amos Jr., y sus preciosos nietos-Noah, Galilea y Asaph-quienes llenaron sus últimos años de inmensa alegría.
Le sobreviven su amorosa madre Minerva De La Rosa-García, su esposa y alma gemela Ruth García, su hija Gabriela Garduño y su esposo Manuel, su hija Ruth Harrington y su esposo Hunter, y su hijo Amos García Jr. y su esposa Keren. También deja a sus adorados nietos, así como a sus hermanos Esteban, Edilberto, Elizabeth, Constantino, Samuel, Fernando e Ismael García. Es recordado con cariño por sus cuñadas Noemí, Amelia, Antonia y Edna García, y por una multitud de sobrinos, sobrinas, primos, amigos y seres queridos. Fue precedido en la muerte por su querido padre, Constantino García-Lemus, y su sobrino, Manolo García.
Para quienes lo conocieron, Amos siempre será recordado como un hombre de profunda sabiduría, fuerza silenciosa, fe firme y lealtad inquebrantable. Enfrentó la adversidad con humildad y luchó cada batalla con valor tranquilo. Su legado es uno de esperanza, resistencia, amor y riqueza espiritual.
Un servicio fúnebre en honor a la vida de Amos García se llevará a cabo el lunes 14 de julio de 2025 a las 2:00 PM en la Capilla Funeraria de Azle, en los terrenos del Cementerio Azleland, seguido de su sepelio en ese mismo lugar.
Aunque su jornada en esta tierra ha concluido, el impacto de la vida de Amos García seguirá resonando en los corazones de quienes lo amaron-una vida de trabajo, fe, ternura y amor incondicional.
Amos Garcia
December 5, 1965 – July 6, 2025
With hearts heavy with sorrow yet uplifted by cherished memories, we announce the passing of our beloved husband, father, grandfather, son, brother, and friend, Amos Garcia, who departed this life on July 6, 2025, in Fort Worth, Texas. He was 59 years old.
Born on December 5, 1965, in the town of Tarímbaro, Michoacán, Mexico, Amos entered this world as a blessing to his devoted parents, Constantino García-Lemus and Minerva De La Rosa-García. From his earliest days, Amos embodied the very spirit of perseverance-rooted deeply in his faith, molded by the sacrifices of his family, and strengthened by an unyielding desire to build a life filled with purpose, integrity, and love.
In the 1970s, the García family made the courageous decision to move to Sabinas, Coahuila, where they earned their livelihood running a humble fruit stand. It was during these formative years, surrounded by the scent of ripe fruit and the warmth of family, that Amos developed a work ethic and resilience that would define his life. Eventually, the family settled in Piedras Negras, where destiny awaited him in the form of a beautiful young woman named Ruth Pecina. Their love story began in 1985, and just one year later, on April 12, 1986, Amos and Ruth vowed before God and their families to walk through life hand-in-hand. Not long after, they welcomed their first daughter, Gabriela, into the world, beginning a legacy of love that would continue to grow.
Fueled by dreams for a brighter future, Amos pursued residency in the United States, driven not by ambition alone, but by a deep and unwavering desire to provide his wife and daughter a life of opportunity and security. His dedication was absolute: day after day, he crossed back and forth between Eagle Pass, Texas, and Piedras Negras, selling toys to make ends meet. Then, one day, he made the call that would change everything. "Get everything together," he told Ruth, "It's time to move to Eagle Pass."
In 1990, the family celebrated the arrival of their second daughter, Ruth Azeneth and Amos continued to labor with unshakable devotion to his young family. When a job loss disrupted their plans in 1995, he did not falter. With the gracious help of his sister-in-law Audelia and her husband Warren Eason, Amos moved his family once more-this time to Fort Worth, Texas-where a new chapter unfolded. There, he discovered his passion and talent for welding, launching a career that not only brought him fulfillment but reflected the craftsmanship and precision with which he approached life.
Amos embraced America not only as his home but as a place where his dreams could flourish. He became a proud U.S. citizen and, true to his generous nature, extended his hand to help his own parents achieve residency as well. In 1998, he and Ruth welcomed their third child, Amos Jr., completing their loving family.
Life, however, was not without its hardships. In 2010, Amos was diagnosed with end-stage renal disease-a challenge that would test even the strongest of spirits. Yet, Amos faced each trial with courage and grace, refusing to let illness define his days. He began dialysis treatments, remained fiercely independent, and in 2017 received his first kidney transplant. When that organ ultimately failed, Amos resumed dialysis with the same quiet fortitude until, in August 2022, he received a second transplant-one that remained strong and faithful until the very end.
A man of deep Christian faith, Amos gave his heart to the Lord and was baptized in 1994 in Eagle Pass. He remained a dedicated and faithful member of Palabra de Amor Pentecostal Church in Fort Worth, where his spirit found solace and his soul was nourished. His love for reading was profound-especially books of Christian devotion and compelling conspiracy theories. His personal library remains a testament to the curiosity of his mind and the depth of his belief.
Though he often expressed a quiet regret about not completing his engineering degree, Amos never stopped learning. He studied English at Tarrant County Community College and earned certifications in welding, HVAC, and handyman work. He was a true craftsman, always eager to improve his skills and lend his talents to others.
When not working or studying, Amos found great joy in life's simple and soulful pleasures. He loved fishing, swimming, and being near the water-places where his spirit felt free. He delighted in mornings spent at thrift stores and flea markets, searching for small treasures with a twinkle in his eye. He had favorite meals that brought him comfort and joy: his Tía Audelia's menudo, Tía Mimi's pineapple pie, Cracker Barrel pancakes, Azeneth's coffee, and Braum's butter pecan ice cream. He loved walking the neighborhood with his beloved grand-dog, Rick, and held a special place in his heart for all the family's furry companions-Chulo, his favorite, along with Lulu, Pixel, Proxy, and faithful Rick.
Above all, Amos Garcia was a man of unwavering devotion. He loved his family with a depth that could not be measured-quietly, steadily, sacrificially. He lived not for himself but for those he loved most: his wife Ruth, his daughters Gabriela and Ruth, his son Amos Jr., and his precious grandchildren-Noah, Galilea and Asaph-who brought endless joy to his later years.
He is survived by his loving mother Minerva De La Rosa-García, his wife and soulmate Ruth García, his daughter Gabriela Garduño and her husband Manuel, his daughter Ruth Harrington and her husband Hunter, and his son Amos García Jr. and his wife Keren. He also leaves behind his treasured grandchildren, as well as his siblings Esteban, Edilberto, Elizabeth, Constantino, Samuel, Fernando, and Ismael García. He is lovingly remembered by his sisters-in-law Noemí, Amelia, Antonia, and Edna García, and a host of nieces, nephews, cousins, and friends. He was preceded in death by his beloved father, Constantino García-Lemus, and his nephew, Manolo García.
To those who knew him, Amos will always be remembered as a man of deep wisdom, quiet strength, profound faith, and unwavering loyalty. He faced adversity with humility and fought each battle with quiet courage. His legacy is one of hope, endurance, love, and spiritual richness.
A funeral service honoring the life of Amos Garcia will be held on Monday, July 14, 2025, at 2:00 PM at the Azle Funeral Chapel on the grounds of Azleland Cemetery, followed by his interment there.
Though his journey on this earth has ended, the impact of Amos Garcia's life will continue to echo in the hearts of those who loved him-a life of labor, laughter, faith, and unconditional love.
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